El artículo de opinión de Emilio Palacio titulado “No a la mentiras”, para el diario El Universo de Ecuador, ha generado toda clase de controversias y despertado sentimientos de solidaridad no sólo a nivel nacional, sino también en toda América Latina.
En esta columna de opinión publicada en la edición del 6 de febrero del año 2010, se cuestiona la capacidad del gobierno de poder “demostrar el supuesto crimen del 30 de septiembre”, y se habla del presidente Rafael Correa bajo el seudónimo de “El Dictador” el cual, según el artículo, cometió crímenes de lesa humanidad por los hechos ocurridos este 30 de septiembre del año 2010.
Partiendo del hecho que Ecuador es un país democrático, es propio de este sistema la diferencia de ideales. Por este motivo, está dentro de los parámetros lógicos que el Presidente exprese su inconformismo y manifieste su punto de vista de cómo sucedieron los hechos. Hasta aquí, el defender los ideales es normal y más cuando se trata de una figura pública que tiene por sí sola mucho poder. Lo que no es normal, es poner una demanda millonaria que pueda causar el cierre de un periódico y adicionalmente pedir para Emilio Palacio (columnista), Carlos, César y Nicolás Pérez, (directivos del periódico) 3 años de prisión.
Con estas medidas desproporcionadas, hay una clara interpretación de lo quiere Correa: acallar la opinión contraria, hacer que los periódicos busquen controlar todo lo que publican sus columnistas y suprimir toda clase de expresión dura frente a su gobierno. Estos evidentes excesos de poder que buscan silenciar a la prensa, demuestran una situación muy grave para la libertad de expresión.
Lo sorprendente del asunto son las reacciones que tomaron los periódicos en América Latina para solidarizarse con El Universo, los cuales trascribieron la columna de Emilio Palacio en sus ediciones. Pues si se tiene en cuenta que los medios de comunicación se han caracterizado por la falta de unión en una competencia cada vez más dura, es una novedad la acción coordinada de estos periódicos. Aunque son muchos los casos donde se han censurado artículos o periódicos, este es el primero en donde la protesta por parte de los medios fue colectiva.
Hace algunos días nos preguntábamos ¿Qué va a pasar con la oposición de este país? Entonces, ¿todas las opiniones que se escriben en un periódico deben ser el reflejo de la postura del gobierno? Ahora que Rafael Correa pidió a la justicia que anule la sentencia, refleja tal vez, que las presiones de la prensa internacional si fueron decisivas para el desenlace de esta historia. Aunque el presidente ecuatoriano afirma que él solo pretendía que “brillara la verdad”, lo cierto es que al final de cuentas sí brilló: los medios de comunicación tienen autonomía, son independientes y luchan juntos por la libertad de expresión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario